Singin´ in the Rain (1952)

«Lina, you were fabulous. You sang as good as Kathy Selden».

Cosmo Brown, Singin´ in the Rain

Dirigida por: Stanley Donen y Gene Kelly

Guión: Betty Comden y Adolph Green

Música: Lennie Hayton

Fotografía: Harold Rosson

Estelarizada por: Gene Kelly, Donald O´Connor, Debbie Reynolds, Jean Hagen, Millard Mitchell, Rita Moreno y Cyd Charisse.

Nominada a 2 Oscar: Mejor Actriz de Reparto y Mejor orquestación de un musical.

El cine comenzó siendo mudo, eso todos los saben. Si bien es cierto que hubo algunos esfuerzos por contar con sonido e imagen simultáneas desde los inicios del arte (como por ejemplo The dickinson experimental sound film de 1894) también lo es que la tecnología suficiente para hacer del cine sonoro un éxito no llegó hasta los finales de la década de los años 20 del siglo pasado. Fue con The Jazz Singer, 1927 que el formato se hizo popular entre los espectadores. Este cambio fue absolutamente radical y afectó a directores, productores, compositores y actores.

La película -que transcurre precisamente en 1927- relata la historia de una pareja de actores muy popular: Don Lockwood (Kelly) y Lina Lamont (Hagen) que se ven envueltos en esta transición de las mudas a las talkies. Ella es muy querida por el púbico pero su voz está por debajo de las expectativas…

Donen fue un director muy interesante con proyectos definitivamente espectaculares como Charade, 1963 o Two for the road, 1967. Su dominio de los movimientos de cámara era bastante correcto. En esta cinta logra un trabajo muy bueno y sin duda icónico. Por su parte, Kelly era quizá el segundo mejor bailarín de Hollywood, y conseguía dirigir las coreografías de manera magistral. Este par ya habían trabajado juntos como codirectores en On the Town, 1949 y se juntarían una vez más para It´s Always Fair Weather, 1955; una colaboración que a todos nos resultó benéfica.

La idea de la película es muy interesante pues relata la dificultad a la que se enfrentaron todos los involucrados en la industria del cine. Los diálogos no son tan buenos pero en un nivel abstracto-filosófico resultan cautivadores. El desarrollo de los personajes está muy bien llevado y muestra que al menos, tres de ellos, estaban listos para adaptarse y reinventarse, un cambio que sería necesario para todos en el negocio.

El cast está lleno de talento. Kelly fue el segundo mejor bailarín de Hollywood aunque era mucho más completo como actor que su «rival» Astaire. Su baile es espectacular y su destreza física admirable. O´Connor, por su parte, acompaña muy bien a su compañero en las coreografías y añade un elemento cómico muy particular al film. Reynolds está fantástica por el solo hecho de seguirle el ritmo a dos consagrados bailarines y engalanar la cinta con esa dignidad que la caracterizó en toda su carrera.

Jean Hagen destaca en su papel de Lina Lamont. Ella no baila y no canta, pero su interpretación le valió una nominación al Oscar. Una verdadera villana Hollywoodense que el espectador debe terminar por detestar. Es interesante también el breve pero seductor rol de la siempre talentosa Syd Charisse.

La composición musical es muy correcta y acompaña bien el humor de la película, pero obviamente destacan sobre manera las canciones utilizadas para las secuencias de baile. Piezas definitivamente icónicas y que -en algún punto u otro- la mayoría nos hemos lanzado a bailar, aunque, al menos en mi caso, sin ninguna técnica.

La fotografía es muy correcta. No es espectacular pero tampoco es mediocre. Simplemente es. Acompaña bien y funciona de manera genérica. Aquí la cinematografía carece de importancia -en comparación con la coreografía de los bailes o la música-.

Mi veredicto: Un clásico absoluto. Verla es casi una obligación. Una de las mejores películas de toda la historia y, probablemente el mejor musical de todos los tiempos.

Mi calificación: 9/10

Puntuación: 9 de 10.

Fotografía: https://www.imdb.com/title/tt0045152/mediaviewer/rm2345599488?ref_=tt_ov_i

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